
Buceo cerca de Capo Stella, (Lacona) que cierra por el oeste la golfo homónimo, se sigue inicialmente un fondo marino formado por un derrumbe de cantos rodados que crean una sucesión de madrigueras y estrechos pasos. Los barrancos más resguardados esconden increíbles sorpresas como tunicados, equinodermos, briozoos de todas las especies que aquí alcanzan dimensiones insólitas y vistosas.
Más abajo, se desciende por un acantilado de fuerte pendiente completamente cubierto de esponjas de colores brillantes; más allá de los 35 metros la pared aparecerá envuelta en rojo gracias a los paramuriceos que la rodean con grandes abanicos entre cuyas ramas se mueven manadas de rosados Anthias.
La luz de la antorcha revela, en las grietas de la roca, las delicadas ramas de coral rojo (Corallium rubrum) que abren los pólipos cándidos a la corriente.